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Lazos Que Unen
Amy Blankenship
Sanctuary es un vasto y aislado lugar de vacaciones escondido en la cima de su propia montaña privada. Angel Hart creció en un resort familiar siempre protegido del mundo real. Rodeada de los tres hombres que más adoraba hasta que el divorcio de sus padres la alejó de ellos, Angel llevó una vida protegida y privilegiada. Dos años más tarde llega a casa de visita y ha traído a su nuevo novio. De repente, Ángel se encuentra con el afecto de varias personas y no tienen intención de dejarla salir de nuevo de Sanctuary. Las obsesiones secretas se convierten en un juego mortal de posesión, ya que los hombres que la aman se convierten en las personas más peligrosas de la montaña. Sanctuary es un vasto y aislado lugar de vacaciones escondido en la cima de su propia montaña privada. Angel Hart creció en un resort familiar siempre protegido del mundo real. Rodeada de los tres hombres que más adoraba hasta que el divorcio de sus padres la alejó de ellos, Ángel llevó una vida protegida y privilegiada. Dos años más tarde llega a casa de visita y ha traído a su nuevo novio. De repente, Ángel se encuentra con el afecto de varias personas y no tienen intención de dejarla salir de nuevo de Sanctuary. Las obsesiones secretas se convierten en un juego mortal de posesión, ya que los hombres que la aman se convierten en las personas más peligrosas de la montaña.

Amy Blankenship
Lazos Que Unen

Lazos Que Unen
Serie Obsession

Autor: Amy Blankenship
Traducido por Arturo Juan Rodríguez Sevilla

Copyright © 2012 Amy Blankenship
Edición en Inglés Publicada por TekTime
Todos los derechos reservados

Capítulo 1 "Santuario"
Ángel Hart miró por el grueso cristal de la ventana, queriendo encogerse ante la altura del helicóptero mientras sobrevolaba el resort donde había crecido. Amaba este lugar hasta la muerte… Pero le gustaba mucho más desde el suelo. Volar era su única fobia y lo había estado haciendo durante las últimas diez horas.
Soplándose el flequillo de los ojos, miró a su hermano Tristian, preguntándose qué lo había poseído para recibirlos en el aeropuerto sabiendo que tendría que volar en el helicóptero de regreso a casa.
Sabía que Tristian odiaba volar aún más que ella y lo veía enviar mensajes de texto a alguien en el móvil para mantener la mente ocupada. Tal vez se había enfrentado a su miedo porque no se habían visto en casi dos años, a pesar de que habían hablado por teléfono y enviado mensajes de texto casi todos los días. En realidad tampoco le importaba porqué lo había hecho, porque tenerlo aquí tenía un efecto calmante y por ello estaba agradecida.
Para escapar del ruido del helicóptero, Angel dejó que su mente retrocediera a los últimos dos años. Cuando sus padres se divorciaron, su padre la arrastró a California, mientras que Tristian se vio obligado a quedarse aquí en Sanctuary con su madre. Como estaba demasiado lejos como para conducir y a ninguno de los dos le gustaba volar… La distancia había sido la única razón por la que no se habían visitado en persona.
No se había dado cuenta de lo mucho que había extrañado a Tristian hasta que lo vio solo en el aeropuerto. Estaba apoyado contra la pared justo enfrente de la puerta por la que entraron. Tan pronto como se vieron, fue corriendo hacia él mientras este le extendía los brazos para atraparla.
Su hermano mayor.... Tristian siempre había sido el primero con el que hablaba por la mañana y el último que había visto antes de cerrar los ojos para irse a dormir. Cuando eran pequeños, incluso convencían a sus padres de que tenían problemas de sonambulismo para levantarse en medio de la noche y dormir en la misma cama.
Su madre había tratado de ponerle fin cuando se habían hecho mayores cerrando con llave las puertas de su dormitorio por la noche. Los labios de Ángel se endurecieron al recordar lo que su madre había dicho la última vez que los vio dormidos abrazados.
"Es pecaminoso, como os comportáis.... Parecéis más amantes que hermanos." La voz de Isabel Hart había cambiado de amor maternal a desprecio esa noche.
Tristian había encontrado rápidamente una forma de saltase las absurdas cerraduras: había abierto una parte de la pared en la parte de atrás de su armario para poder entrar fácilmente en los pequeños y delgados pasillos que atravesaban en secreto las paredes del hotel en el que vivían. Había hecho lo mismo con su armario, y todas las noches se metía en su habitación y dormía con ella.... Con el despertador puesto para que no los atraparan.
Le había dicho que era su madre la que era una pervertida, al pensar que su relación era errónea y sucia. Incluso había señalado que en muchos países más pequeños, toda la familia se bañaba y dormía junta, y que en otros, era perfectamente normal incluso casarse entre hermanos. Tristian la había convencido de que era la madre la que era la pecadora, al tratar de mantenerlos separados.
Ángel había decidido desde hacía mucho tiempo guardar el secreto, que no era asunto de nadie más.... confiaba en Tristian.
Este no había cambiado mucho desde la última vez que lo vio, conservando su apariencia joven e inocente. Pero, al mismo tiempo, podía ver los cambios que se había perdido. Su cabello rubio había oscurecido un poco en las raíces.... Los reflejos de rubio platino y destellos suaves de rubio fresa le quedaban muy bien con el bronceado claro y los ojos verdes.
Angel sonrió pensando en cómo encajaría con los surfistas de California, con ese corte de pelo alternativo. Largo, casi hasta la barbilla y echado hacia un lado, tapándole un ojo. También se veía asomando por el cuello el collar con forma de cruz de cuero negro, que le había enviado para Navidad.
Sin embargo, sentía que era ella la que más había cambiado. Cuando dejó el Santuario, sólo tenía dieciséis años. Después de estar con Tristian, Hunter y Ray casi todos los días de su vida… Se había sentido tan perdida y sola en Los Ángeles… Nunca había ido a una escuela de verdad, porque su abuela siempre había contratado a tutores privados para que les enseñaran en casa.
Ir a la escuela secundaria en Los Ángeles había sido un gran choque cultural. Fue entonces cuando se dio cuenta de que el hecho de que su familia tuviera tanto dinero sólo les había permitido mantenerla completamente a oscuras en cuanto a lo que era normal. Luego conoció a Ashton Fox. Cada vez que dejaba el ático de su padre, Ashton estaba allí o él aparecía donde ella estaba.... Como si fuera el destino. Enseguida empezó a hacerla sonreír y a mostrarle un mundo completamente nuevo.
Ángel cometió el error de mirar hacia atrás por la ventana justo cuando pasaban por un valle bajo, haciéndola sentir como si estuvieran en lo alto del cielo.
Apretó la mano de Ashton aún más fuerte, decidiendo mirarlo a él en vez de las vistas vertiginosas. Sus ojos azules como el hielo se reían de su nerviosismo pero, no le importaba.... No realmente. Estaba casi contenta de que no le hubiera hecho caso cuando trató de evitar que la siguiera de vuelta a Sanctuary durante la semana.
Usando el pequeño comunicador integrado en sus protectores auditivos, le preguntó: "Ash, ¿has estado alguna vez en un helicóptero? Parece que lo estás llevando muy bien".
"No, pero estoy disfrutando cada segundo", le sonrió Ashton. "Tu familia es un poco excéntrica, ¿no crees? Que un helicóptero nos recoja en el aeropuerto mientras una limusina trae nuestro equipaje… Y yo que pensaba que mi familia era rica". Movió las cejas tratando de hacerla reír.
Sabía que estaba nerviosa por la forma en que le estaba cortando la circulación de la mano. Su vulnerabilidad sólo le encariñaba mucho más con él. No se parecía en nada a las barriobajeras de Los Ángeles con las que siempre había salido. Sus pensamientos se desbarataron cuando la voz de su hermano apareció en el comunicador.
"Siempre es así", Tristian miró a su hermana sabiendo que estaría de acuerdo con él.
Habían visto a los adultos de la familia Hart jugar el absurdo juego toda su vida. "La familia Hart siempre tiene que superarse. El hecho de que nuestra abuela sea dueña de este helicóptero y de todo Sanctuary es su pequeña victoria sobre sus tres hijos… Y sobre el mundo"; murmuró la última parte con un poco más de sarcasmo.
"Es suficiente, Tristian." Malcolm Hart miró a su hijo con desilusión y luego se volvió hacia su última novia, Felicia. Decidió dominar el enlace de comunicación durante el resto del viaje para que su hijo no tuviera la oportunidad de decir nada más perjudicial sobre la familia delante de su invitado.
Le sonrió a la linda pelirroja con la que había empezado a salir hacía un par de semanas. La sedujo con dinero para poder traerla y mostrarla frente a su ex esposa, Lily. Había sido ella la que insistió con el divorcio, así que estaba a punto de restregárselo con maldad por la cara.
Al entrar en el modo de guía turístico, Malcolm indicó por la ventana viendo que ya casi estaban allí. "Ese es el centro turístico que está justo encima de la colina, Sanctuary.... Conocido por su famosa capilla de bodas y suites nupciales." Malcolm sonrió a Felicia. Sabía que si mantenía sus esperanzas, haría su papel muy bien delante de Lily.
"Como la cima de la montaña es más o menos plana, este lugar tiene todo lo que puedas imaginarte, incluyendo un spa, un estanque enorme y piscinas cubiertas y al aire libre.... Entre otras cosas. Somos dueños de todo durante unas treinta millas en todas las direcciones y hemos vallado la tierra como coto de caza para que nadie pueda construir sobre ella y estropear su belleza. Sólo hay un camino que lleva a la montaña, y la puerta de abajo mantiene alejados a los intrusos".
"Guau… es maravilloso", dijo Felicia con tono aniñado.
"Y al pie de montaña hay una reserva indígena apache", continuó. "La mayoría de los empleados del resort son apaches." Los ojos de Malcolm se llenaron con los recuerdos de las hermosas chicas que sus padres habían contratado en la reserva. No cambiaría sus años de adolescencia por nada del mundo.
"¿Indios de verdad?" Felicia batió sus pestañas y le dirigió una mirada asustada, inclinándose hacia su nuevo sugar daddy por protección. Había mucha suerte al hacer que un hombre mayor tan rico se enamorara de ella. Si jugaba bien sus cartas, nunca le faltaría de nada.
"¿Cuantos años tienes? ¿Cinco?" Tristian levantó la mano y apagó su comunicador sintiendo náuseas, y no por el helicóptero.
Se frotó la sien por la molestia del dolor de cabeza que sentía que se avecinaba… Últimamente había perdido toda la tolerancia hacia la gente estúpida. Metiendo la mano en el bolsillo, sacó el pequeño frasco de alcohol, sólo que éste no contenía alcohol. Era un remedio indio para los dolores de cabeza que su amigo Hunter le había hecho y normalmente funcionaba en cuestión de minutos. Tan sólo esperaba que fuera lo suficientemente fuerte para deshacerse de uno causado por el estúpido helicóptero y su padre.
Sabía lo que su padre estaba tramando. Felicia tenía probablemente unos veintipocos años y parecía más un trofeo sexual que la novia de su padre. Eran momentos como éste en los que agradecía no vivir con su padre.
La situación seguía cabreándole. No era culpa de Ángel que sus padres no pudieran llevarse bien, así que ¿por qué tuvo que irse de casa? El divorcio lo enfureció cuando se enteró de que el juez local había decidido un niño por padre. Desde que Ángel tenía dieciséis años y él diecisiete, habían sido separados en contra de su voluntad.
Si hubiera sabido entonces lo que sabía ahora… Nunca habría dejado que pasara. Porque no había sido lo suficientemente inteligente como para detenerlo… No había visto a Ángel en casi dos años y por eso había cometido el error de encontrarse con ella hoy en el aeropuerto. La había extrañado demasiado.
Las comisuras de sus labios insinuaban una sonrisa malvada al recordar que el estúpido juez local que lo había separado de su hermana había muerto en un extraño accidente un par de días después de que Ángel se viera obligado a mudarse. Tristian se encogió de hombros mientras miraba a su hermana. Hasta entonces, habían vivido en Sanctuary toda su vida.
Él y Angel eran los favoritos de la abuela Hart de los siete nietos y las cosas en Sanctuary habían mejorado aún más cuando su abuelo se había caído por las escaleras y se había roto el cuello hace tres años.
Los ojos de Tristian se endurecieron ante el pensamiento. No habían derramado una lágrima cuando sucedió porque ni él ni Ángel podían soportar al anciano. John Hart era un hombre intimidante… Siempre les miraba fijamente y les decía cosas odiosas cuando pensaba que nadie le escuchaba. Al crecer, él y su hermana habían jugado a evitarlo a toda costa.
John Hart siempre había sido más malo con él.... Lo trataba diferente a sus otros nietos. Tristian se obstinó en aparcar los recuerdos y decidió que el viejo no merecía su atención.
Su mirada viajó de su hermana a su novio Ashton Fox. Era la primera vez que conocía a un novio suyo. Tristian mantuvo su expresión escondida mientras miraba al universitario. Por todo lo que sabía… Ashton parecía normal, cosa que detestaba porque él quería que Ángel volviera a Sanctuary. Cosa que no pasaría si estaba disfrutando de la vida en California.
Ashton Fox tenía veinte años, pero cumpliría veintiuno en algún momento de la semana… Como si le importara. Quizás le daría una fiesta de cumpleaños y le dejaría emborracharse tanto que vomitaría encima de Ángel… Tal vez eso les ayudaría a romper sus lazos lo suficiente como para que ella volviera a casa. Si no, entonces estaba seguro de que entre él, Hunter y Ray… Podrían pensar en algo.
Tristian seguía intentando pensar en más razones para odia a Ashton. Incluso le había pedido a su tío Robert, que era abogado, que le hiciera una revisión completa de sus antecedentes. Robert Hart había confirmado que Ashton provenía de familia rica… Aunque no tanto como ellos. Aún así, Tristian tuvo que admitir que era suficiente como para no salir con su hermana por el dinero.
Sin embargo, sí que averiguó que Ashton Fox tenía antecedentes penales… Pero sellados herméticamente. Robert le había dicho que probablemente era algo pequeño, como conducir ebrio cuando era adolescente. Ashton también iba a la escuela de medicina, a pesar de que parecía más bien un anuncio ambulante de Calvin Klein Jeans con el cabello rubio platino peinado hacia atrás, la piel bronceada y los ojos azules como el hielo.
Tristian frunció el ceño pensando que si las edades de Ashton y Angel estaban más cerca, casi podrían ser gemelos… Excepto por el hecho de que el pelo de Angel era más largo. Incluso ahora, ambos estaban sonriéndose el uno al otro y estaba empezando a ponerle de los nervios. Tristian se desplomó en su asiento y decidió mirar por la ventana.
Gruñó en silencio, preguntándose qué vista era peor.
*****
Isabel Hart dejó su taza de té mientras escuchaba a lo lejos su helicóptero privado. Quería correr hacia la ventana y verlos llegar a casa, pero se calmó al saber que tenía un papel que desempeñar esta semana… La frágil abuela que necesitaba a su familia en casa.
Recientemente había tenido un ataque cardíaco menor y había sido suficiente para persuadir a Malcolm y a Angel de que volvieran a casa… Aunque fuera sólo para las vacaciones del 4 de julio. Casi hizo que la aterradora experiencia valiera la pena. Incluso había cerrado el resort a los forasteros y acordó con Tristian permitir que el personal se tomara la semana libre para que pareciera más un hogar para su familia.
Si se salía con la suya, haría que su hijo y su nieto desaparecidos regresaran a Sanctuary para siempre… Aunque tuviera que fingir que se estaba muriendo sólo para conseguirlo.
Sus hijos siempre habían vivido aquí con sus familias, una tradición que el divorcio de Malcolm había roto. Su hijo mayor, Robert, se había convertido en abogado, casándose con su novia de la escuela secundaria, Dianne. Habían tenido a los gemelos Devin y Damien, que ahora tenían veinte años y trabajaban para ella como entrenadores en el gimnasio que cubría una enorme área de la planta baja del resort.
Había tenido que vigilar a Robert porque se parecía mucho a su padre… codicioso y calculador. Sabía que estaba preparándose para disputar su testamento, a pesar de que no sabía muy bien qué decía este.
Poco sabía Robert que no le haría ningún bien.... El testamento estaba bien atado, en todos los sentidos. También le había impedido manejar el papeleo dl resort cuando le pilló alterando los libros y desviando parte de las ganancias a una de sus propias cuentas. Se había convertido en una gran decepción para ella en los últimos dos años.
Su segunda hija mayor, su única hija Carley, y sus tres hijos también vivían aquí. Pero Carley no se parecía en nada a Robert.
Su pequeña familia estaba llena de mocosos malcriados que pensaban que eran mejores que los demás porque vivían de los fondos fiduciarios que ella había establecido. Tiffany tenía diecisiete años, Paris veintidós y Jason veinte. Pero no podía culpar a los niños por su pereza cuando su madre no era más que una alcohólica. Entre los cuatro, echaron al pobre marido de Carley hacía años.
Habían pasado tres años desde que su esposo John había fallecido, y luego perdió a Malcolm y a Angel sólo un año después. John había sido un hombre autoritario con una mano dura y la verdad era que.... no lo extrañaba en absoluto. Pero con todos los demás miembros de la familia tan ocupados con sus propias vidas, Isabel se había quedado sola en su vejez.
Los únicos que realmente le prestaban atención eran Tristian y los dos chicos indios que él y su hermana querían tanto.... Hunter y Ray Rawlins.
Realmente no le importaba lo que hacía el resto de la familia… Eran Ángel y Tristian los que eran importantes para ella. No le molestaba que uno de los hermanos no fuera de sangre verdadera… Era el corazón lo que contaba. Cuando Tristian fue adoptado, había advertido a los otros miembros de la familia que si alguna vez le contaban acerca de la adopción, les echaría del Santuario sin pensarlo dos veces. Hasta ahora la amenaza se había mantenido.
Tristian y Angel no tenían forma de saberlo, pero el Santuario algún día les pertenecería sólo a ellos.
Mirando hacia arriba, Isabel sonrió al ver a Lily Hart de pie en el jardín de flores. Había permitido que Lily siguiera viviendo aquí cuando su hijo Malcolm se mudó al otro lado del país. La única razón por la que había consentido que la mujer se quedara era para mantener a Ángel lejos tanto como fuera posible, y para mantener a Tristian viviendo aquí.
Por lo que Isabel sabía.... Lily merecía ser infeliz. Malcolm la había amado, pero ella actuó con frialdad, insoportable.... Alejando a Malcolm pero sin decirle por qué. Pensó que Lily sólo se había quedado aquí porque era lo suficientemente estúpida como para pensar que algún día sería dueña de parte de Sanctuary.
Malcolm siempre había sido un playboy antes de casarse, durmiendo con la mitad del personal indio que trabajaba en el hotel antes de pasar a un juego más grande.
Dejó de ser tan pícaro cuando se casó, así que ella sabía que esa no era la razón del divorcio. Siempre había amado a las chicas, pero Isabel sabía que a la que más quería era a Lily, por su belleza.... Seguía siendo muy hermosa. Fría y bella… tan sin emoción que nunca se molestó en ser una verdadera madre para sus hijos… incluso cuando eran pequeños.
Por la mirada de dolor en la cara de Lily, Isabel se dio cuenta de que Malcolm finalmente estaba aquí. Ella le había dicho al piloto de su helicóptero en términos inequívocos que sería despedido si se atrevía a regresar a por alguien antes de que terminara el fin de semana. También le había pagado a Ray para que desactivara todos los vehículos de la propiedad de una manera u otra para que nadie pudiera salir.
Por una vez… la familia se quedaría varada aquí junta… les gustara o no.
*****
Ray Rawlins escuchó el sonido del helicóptero a lo lejos mientras cerraba el capó del último coche en el parking del garaje. Miró todos los vehículos caros a su alrededor, que ahora eran inútiles, con una sensación de satisfacción. Isabel Hunter podía ser tan despiadada como su marido muerto cuando quería serlo.
Saliendo del edificio de ladrillos, se apartó el pelo largo y oscuro de los ojos mientras observaba cómo el helicóptero descendía lentamente hasta la plataforma. Sus pensamientos se dirigieron a Hunter, preguntándose si su hermano sería capaz de mantener la calma ahora que se habían enterado de que Angel iba a llevar a su novio de California a Sanctuary durante la semana.
Ashton Fox no tenía ni idea de la telaraña en la que estaba entrando.
En su opinión, la mayoría de las personas que nacçian en la cima de esta montaña merecían caerse de ella. Angel y Tristian eran las excepciones. De pequeños, él y Hunter los habían tomado bajo sus alas y los habían protegido lo más posible de la maldad en la que habían nacido… Incluso su dulce abuela podía ser traidora cuando quería salirse con la suya.
Se recostó contra el ladrillo de la pared recordando su infancia. Él y Hunter eran sólo un par de años mayores que sus hermanos, pero los cuatro siempre habían sido inseparables. Juntos, habían salido al bosque de la montaña casi todos los días, y él y Hunter les enseñaban técnicas de supervivencia indias… aunque Tristian y Angel pensaban que todo era diversión y juegos.
Su visión del pasado se desvaneció cuando Angel salió corriendo del helicóptero con su novio a remolque. Negó con la cabeza cuando el viento del helicóptero hizo que su pelo de platino volara, como si estuviera de pie en medio de una tormenta invisible.
Alzó la vista hacia la inmensa hacienda conocida como Sanctuary. Sabía que la gente de dentro que decía ser su familia estaba a punto de jugar un nuevo juego.... Uno demasiado peligroso para que la niña jugara sola.
Ray sacó la petaca que Hunter le había regalado y se tomó un trago tratando de despejar su mente. Necesitaría toda su concentración para mantener a Ángel fuera de peligro.
*****
Tristian esperó a que todos salieran del helicóptero antes de inclinarse hacia el piloto para llamar su atención. "Recuerda lo que dijo Isabel Hart", su cara perdió la sonrisa mientras sus ojos verdes se entrecerraban en señal de advertencia. "Vete de vacaciones y no te preocupes por nosotros. No te necesitaremos esta semana, ¿entiendes?"
Ángel sonrió alegremente cuando Tristian se unió a ella y todos huyeron del viento de las hélices. Se sintió mucho mejor una vez que se giró para ver cómo la malvada máquina se alejaba volando y se llevaba su fuerte sonido.
"Buena suerte con el tornado”. Ángel le hizo un saludo de burla. Si supiera que nadie se reiría de ella, habría puesto sus manos en el suelo y le habría agradecido por su regreso a salvo.
Ashton pasó sus dedos por su pelo rubio y sedoso, amando su tacto. "Oh, sólo estás enfadada porque te ha estropeado tu precioso pelo", sonrió preguntándose cómo lo atravesaba con los dedos sin golpear ni una sola maraña. Era lo más parecido a la perfección que había encontrado y cuando le dijo que se iba a casa para una visita, había sido lo suficientemente inteligente como para no quererla fuera de su vista.
Al notar que su padre y Felicia ya habían entrado, Ashton deslizó su brazo sobre sus hombros mientras subían la colina hacia la finca.
–"Así que, caperucita roja, ¿vamos a ver a tu abuela primero?", comentó, tratando de no parecer abrumado por el tamaño de la mansión. Había escuchado a su padre alardear de ello, pero ahora que estaba aquí, se dio cuenta de que realmente la había subestimado.
Tristian guiñó un ojo a Ángel antes de interrumpir. "Creo que es hora de llevar a Ashton a su habitación y dejar que se instale, ¿no crees? No hay necesidad de tentar demasiado al lobo feroz. La abuela ya tuvo un ataque al corazón.... Creo que presentar a tu novio nada más llegar puede hacerle perder los estribos".
La sonrisa de Ángel vaciló al mencionar el ataque al corazón de su abuela. Casi había volado a casa el segundo día que Tristian la llamó y se lo contó, pero su padre había acordado que vendrían a pasar la semana del 4 de julio de visita, así que había esperado. Tristian le había dicho por teléfono que fue Hunter quien encontró a su abuela justo a tiempo y probablemente le salvó la vida.
Su propio corazón latía por un segundo mientras imaginaba a Hunter en su mente.... Hunter Rawlins. Siempre había pensado en él como su mejor amigo, pero cuando se mudó a L.A., Angel se había dado cuenta de que habían sido más que amigos.... mucho más. Extrañaba a Hunter tanto como a su propio hermano.
–"Oh vamos", casi gruñó Tristian mientras la abrazaba con sus brazos y le daba un tierno abrazo. "No quise decir eso." Se echó hacia atrás y le puso una ventosa en las mejillas, haciendo que lo mirara. "Prometiste que esta semana solo sonreirías", le recordó con una mirada fija.
–"Lo sé", Angel volvió a poner la sonrisa en su cara, pero no se sintió igual. "Estaré bien una vez que haya visto por mí misma que la abuela está bien. Coge a Ash y ve a divertirte. Los alcanzaré más tarde."
Se inclinó de puntillas y besó a Ashton en la mejilla antes de girarse y dirigirse hacia una entrada lateral donde sabía que estaría su abuela.
Ashton vio a Ángel alejarse, sin que le gustara el hecho de que estaban siendo separados casi en el mismo momento en que habían tocado la montaña. Mientras estaba en Los Ángeles, su padre nunca la había necesitado para nada, así que la tuvo toda para él. No compartía bien con los demás.
Hunter se sacudió mientras se alejaba del marco de la puerta en el que se había apoyado. Ver a Ángel darle a su novio incluso ese inocente besito le había dejado un mal sabor de boca junto con una picazón por golpear algo.... preferiblemente a Ashton Fox. Necesitó de todo su autocontrol para evitar que la siguiera mientras la veía alejarse de los demás.
Percibió en el momento en que Tristian se dio cuenta de que estaba parado allí, porque sus pasos se aceleraron.
Él y Tristian habían sido los mejores amigos desde que podía recordar, pero en los últimos dos años, ambos habían conocido sus lados más oscuros… todo porque Ángel los había dejado. Vio como Tristian cerraba la distancia entre ellos y luego enseñaba sus rasgos.
Levantando los labios con una sonrisa, Hunter se dirigió hacia ellos. "Me alegra ver que sobreviviste al helicóptero", se burló Hunter mientras le ponía una mano amiga en el hombro y le apretaba, para asentir saludando al otro tipo.
–"Sí, un día de estos conseguiré un bazuca y dispararé esa cosa del cielo", Tristian se encogió de hombros mientras Hunter se reía. Cambiando de tema, añadió: "Al menos son todos los que hemos estado esperando durante la semana. El último de los invitados se fue hace más de una hora, así que ahora sólo nos queda la familia y los amigos. Creo que nunca he visto este lugar tan vacío, pero se está muy bien".
Observando de cerca la reacción de Hunter, Tristian dio un paso atrás para presentarlos, "Hunter Rawlins… conoce a Ashton Fox."
Ashton extendió la mano y le dio a Hunter un apretón de manos bastante fuerte. Había esperado que Hunter apretara más el gatillo a cambio y se sorprendió cuando no lo hizo. El indio mantuvo el apretón de manos amigable para que coincidiera con la sonrisa que llevaba puesta.
Y pensar que estaba preocupado por conocer al chico apache del que tanto había oído hablar a Ángel. Al oírla hablar de Hunter y Ray… uno pensaría que caminaban sobre el agua y que además podían hacer todo lo que un indio hacía en las películas.
– "Bienvenido a Sanctuary", Hunter repitió lo mismo que le habría dicho a cualquier invitado. "¿Estás listo para divertirte esta semana?" Las palabras sonaban como una espada de doble filo a sus propios oídos, pero el otro hombre no parecía tener ni idea.
–"¿Por qué no?" Ashton sonrió, contento de no tener que hacer gala de su testosterona todavía. "Pero primero, creo que me vendría bien una ducha y una oportunidad de relajarme después de estar en el aire durante casi diez horas seguidas."
–"No digas más", dijo Tristian, llevándolo hacia la entrada principal. "Hunter, ¿en qué habitación lo dejaste esta semana?"
–"Voy a buscar la llave", dijo Hunter, pasando por el vestíbulo y haciendo una demostración de abrir los libros de registro como si estuviera comprobando la lista de nombres.
Sabía exactamente dónde había puesto a Ashton.... Justo al lado de la habitación en la que Ray se quedó para facilitar el acceso, pero no el acceso fácil que el novio hubiera querido. Ashton Fox había conseguido una de las dos habitaciones que parecían estar a la vuelta de la esquina de la sala del primer piso, al otro lado de la enorme piscina cubierta.... lejos de todas las demás habitaciones.
Al girar, Hunter agarró la llave derecha de la pared y se la dio a Tristian. Mirando a Ashton, hizo que sonara como algo bueno. "Tienes suerte, la piscina cubierta y el gimnasio del hotel están justo al lado de tu habitación”.
Tristian se fijó en el número de la llave y le dio la espalda a Ashton mientras escondía su expresión. Se alegró de que Hunter no hubiera puesto a Ashton cerca de la habitación de Ángel, pero pensó que al menos estaría en el mismo piso.... Tampoco iba a quejarse. Si fuera por él, Ashton no se quedaría toda la semana.
"¿Está todo listo para la fiesta de la piscina?" preguntó Tristian, sabiendo que a Ángel le encantaba nadar. Quería desesperadamente recordarle todas las cosas que se había perdido desde que se había mudado.
Hunter asintió con la cabeza: "Sí, los hijos de Carley tienen varios amigos para pasar la noche y ya han abierto el Tiki-bar para su propio beneficio". Viendo a Tristian darle una mirada de reconocimiento, añadió: "Jason ha dado a sus invitados las habitaciones junto a él y a sus hermanas… no es que vayan a dormir en ellas".
"Bastante cierto", Tristian sonrió sabiendo que dejarles en las habitaciones adicionales era sólo para aparentar. Odiaba el hecho de que sus primos siempre trataban de actuar como si fueran los dueños del hotel cuando en realidad eran unos gorrones que no hacían nada para ganarse el sustento. Eran conocidos por tener nuevos novios o novias cada mes, semana… a veces todos los días. Todo para lo que eran realmente buenos era para el sexo… aparte de eso, sus citas generalmente no se quedaban por mucho tiempo.
–"Nos vemos luego", dijo por encima del hombro.
Cuando Tristian se fue con Ashton, Hunter se giró y cogió la llave de la mejor habitación que tenía Sanctuary… una de las suites nupciales en el cuarto piso. No era como si alguien la fuera a usar esta semana y Ángel probablemente se divertiría si se quedaba en una.
–"¿Quién se aloja en la suite nupcial?"
Hunter se balanceó al ver a Ray parado justo al otro lado del mostrador con una caja de fuegos artificiales bajo su brazo. Él y Ray habían estado en desacuerdo desde que su madre había muerto hacía un mes. Habían convocado una tregua, aunque ambos sabían que era sólo una línea delgada. Amaba a su hermano, pero últimamente Ray había estado actuando lo suficientemente raro como para mantenerlo en alerta máxima.
–"Entonces, ¿has decidido hacer los fuegos artificiales esta noche?" Hunter rápidamente cambió de tema mientras se metía la llave en el bolsillo.
Los ojos oscuros de Ray siguieron el movimiento protector, pero por ahora lo dejó ir. "Sí, queremos empezar la semana con una explosión, ¿no?"
–"Claro. ¿Vendrás a la fiesta de la piscina más tarde?" preguntó Hunter, sin que le gustara el hecho de que Ray lo estuviera vigilando.
–"Sí, estaré… por ahí", contestó Ray con una mirada calculadora mientras agarraba unos fósforos del tazón de la mesa y los arrojaba en la caja de fuegos artificiales antes de marcharse.
Hunter se quedó donde estaba hasta que Ray se perdió de vista y luego lentamente registró en su bolsillo para recuperar la llave. Dándose la vuelta, empezó a colgarla donde se suponía que debía estar, pero en vez de eso la metió en uno de los cajones del escritorio. Volviendo a la estantería de llaves, movió los dedos como si pensara, y luego agarró la llave de la habitación que estaba a su lado.
Se sentiría más seguro si pudiera vigilar de cerca a Ángel.... especialmente de noche.

Capítulo 2 "Secretos"
Ángel estaba de pie frente a las puertas de cristal mirando a su abuela. Se imaginó que Isabel Hart estaría en la enorme terraza con vistas a los jardines a esta hora del día. Sintió que se le apretaba el pecho al ver a su abuela tocar los botones de la silla de ruedas mientras se acercaba a las puertas de la terraza que daba al jardín.
La última vez que había visto a su abuela, había estado de pie, alta y orgullosa, secándose las lágrimas de sus mejillas mientras les decía adiós. Poniendo su mano contra las enormes puertas de cristal, Ángel respiró hondo y las abrió.
–"¡Abuela!" Ángel sonrió y corrió a través de la habitación hacia ella. Su sonrisa se iluminó aún más cuando los ojos de su abuela se abrieron de par en par con deleite. Al inclinarse, Ángel le dio un fuerte abrazo. "¡Oh, Dios, te he echado tanto de menos!"
Isabel cerró los ojos disfrutando del verdadero abrazo. Eso es lo que tanto le gustaba de Angel y Tristian.... el hecho de que no eran falsos como el resto de la familia. Cuando amaban a alguien… los amaban de todo corazón.
–"Ahí está mi ángel", Isabel le dio una palmadita en la espalda. Sintió que algunas de sus fuerzas volvían a ella con sólo estar cerca de Ángel. La chica siempre tuvo una manera de levantar su espíritu y hacerla sentir amada. Pero, eso no iba a impedir que se hiciera pasar por la enfermedad por todo lo que valía la pena. "Me alegro de que hayas vuelto a verme por última vez", dijo ella con la voz entrecortada como si se tratara de un pensamiento tan triste.
–"¿Qué?" Angel respiró y luego se echó hacia atrás para poder mirar a su abuela. "¿Abuela? ¿De qué estás hablando?" Sólo oírla decir algo así le dolió el corazón y los ojos se le hicieron lágrimas.
–"Oh, no hablemos de mí, querida. Dime todo lo que me he perdido en los últimos dos años y quién es este supuesto novio del que he estado escuchando rumores?" Isabel le hizo fruncir el ceño. "No puedo creer que mi nieta esté tratando de crecer en un lugar tan lejano que ni siquiera puedo ver lo que pasa."
*****
Tristian salió de la habitación de Ashton, cerrando la puerta detrás de él mientras su celular vibraba en su bolsillo. Viendo que era Ray, respondió rápidamente. "Hola Ray, ¿qué pasa?"
–"La limusina acaba de salir y tu novia está subiendo la montaña. Parece ser la última, por el tráfico. ¿Todavía quieres que cierre la puerta aquí abajo?" Ray preguntó sabiendo que habían sido las instrucciones de Isabel Hart.
–"Sí, la abuela es inflexible sobre no querer que nadie no invitado aparezca." Tristian lo confirmó. "Ciérrala bien y vuelve aquí para divertirte un poco. Si alguien necesita salir.... entonces tendrán que tener una escolta fuera de la montaña."
–"Buen plan", murmuró Ray.
Hizo clic en la celda y cerró la pesada valla de hierro. Al juntar los tres gruesos candados, miró hacia la alta valla de púas. Viendo la torre de telefonía celular fuera de la esquina de su visión, despegó en esa dirección. Era la única torre de telefonía móvil en unos cincuenta kilómetros y tenía la sensación de que estaba a punto de volverse inútil.
*****
Ángel salió por las puertas de la terraza necesitando un momento a solas para absorber el shock de ver a su abuela tan frágil en esa silla de ruedas. Cada vez que sacaba a relucir la cuestión de su salud, Isabel había evitado el tema con preguntas propias.
Después de una corta visita, su abuela había dicho que estaba cansada y que necesitaba acostarse por el resto del día, pero le hizo prometer a Ángel que volvería a verla por la mañana. Le preocupaba que su abuela se fuera a la cama tan temprano y se preguntaba qué tan enferma estaba realmente. Su abuela había gozado de tan buena salud antes de dejar Sanctuary para ir a California. Incluso había florecido después de la muerte del abuelo.
Los labios de Ángel se convirtieron en una línea al pensar en el viejo al que siempre había considerado un monstruo. Nunca había odiado a nadie en toda su vida, pero unas horas antes de que él se cayera por las escaleras, la había cazado a ella y a Hunter volviendo de nadar solos en el estanque.
Su abuelo le gritó, diciéndole que era demasiado mayor para jugar con la chusma india de la reserva. Le dijo a Hunter que se largara de su montaña y luego cerró las puertas tras él. Ver a Hunter irse así fue desgarrador. Cuando trató de hablar en su nombre, su abuelo se había dado la vuelta y la golpeó tan fuerte que se había caído.
Ángel había gritado de dolor pero no había dicho nada más sabiendo que su abuelo probablemente tenía razón. Él ni siquiera sabía que ella y Hunter estaban haciendo cosas que no deberían haber hecho.... besándose, tocándose y experimentando. Si lo hubiera sabido, la habría golpeado más de una vez.
–"Ves, te dije que no era una estatua de un ángel. Realmente es Ángel," alguien se rió por detrás de ella, sorprendiéndola de su melancolía. Girando alrededor, ella sonrió al ver a los hijos gemelos idénticos del tío Robert, Devin y Damien.
–"¡Oh, Dios mío, habéis crecido!" Sonrió ella, mientras se turnaban para abrazarla y hacerla girar en círculos. Tenían la misma edad que Tristian, pero de alguna manera lo habían superado en los últimos dos años. De pie, por lo menos 1,80 m, parecían gorilas. Los dos estaban vestidos con camisetas negras con el logo 'Sanctuary' en la parte delantera.
Puso una mano sobre cada uno de sus brazos, viendo el orgullo brillar en sus ojos grises. "Supongo que eso me dice lo que habéis haciendo", se rió. "¿Os habéis mantenidos alejado de los problemas? ¿o causándolos?"
–"¿Quién? ¿Nosotros?" Devin se rió mientras la ponía de nuevo en el suelo, dejando que su mano acariciara su muslo y cadera al bajar.
“Deberías pensar mejor de nosotros”, Damián puso los ojos en blanco y miró a su hermano mientras deslizaba su brazo alrededor de la cintura de Ángel y la apartaba de Devin. Era un juego que los gemelos habían jugado durante años… siempre tratando de superarse cuando una chica bonita estaba cerca.
–"Por suerte para ustedes, chicos, sí que lo piensa” Hunter miró a los gemelos y luego sonrió mientras Ángel se giraba al escuchar el sonido de su voz.
Los labios de Ángel se abrieron al ver a Hunter por primera vez en casi dos años. De repente, toda clase de recuerdos pasaron por su mente, haciendo que sus rodillas se debilitaran y su pulso se acelerara. Los correos electrónicos y las llamadas telefónicas no se comparaban a verle en persona.
Su pelo era más largo de lo que ella recordaba, bajando por su espalda en una oscura y entintada oscuridad. Se parecía a uno de esos hombres en la portada de una novela romántica histórica donde el indio y la chica blanca son retratados en un abrazo caliente.
Se sonrojó ante la imagen mental, se desenredó de sus primos y se dirigió hacia él. "Eres más alto", respiró mientras lo miraba. Hunter era la única persona que sabía más de ella que su hermano.
"No, eres más baja", se mofó Hunter justo antes de abrazarla y levantarla en el aire. "A menos que yo haga esto." Ella siempre había sido ligera como una pluma para él. Gruñó hacia adentro mientras ella le agachaba la mano, terminando el paseo infantil con un fuerte abrazo. Inhaló su olor, recordándole todas las razones por las que había esperado a que ella volviera.
Sabiendo que estaban siendo observados, Hunter rápidamente la puso de pie y miró por encima de su hombro a los gemelos. "La fiesta de la piscina está empezando y hay alguien preguntando por vosotros."
"¡Stacey!" Los gemelos se chocan los cinco. "Nos vemos luego". Se fueron como si fuera una carrera para ver quién podía alcanzar a la chica primero.
– "¿Así que finalmente aprendieron a compartir?" Preguntó Ángel con cara seria mientras veía a los gemelos irse y luego se rió ligeramente de su propia broma.
– "Creo que les gusta la competencia", reflexionó Hunter. "Esta chica, Stacey, aparece todo el tiempo para que se peleen por ella… hasta ahora, ninguna de los dos ha ganado."
Ella sonrió suavemente mientras se volvía hacia Hunter, notando un largo mechón de pelo de ébano que había caído en su cara cuando él la había levantado. Al alcanzarla, lo movió tiernamente hacia un lado, y lo metió detrás de su oreja. "Siento que finalmente puedo respirar."
–"¿Qué te lo impedía?" La voz de Hunter era tan suave como la de ella. Sabía lo que ella decía porque él también podía sentirlo. Lo sentía tanto que le ardían los ojos.
Su mirada se inclinó hacia sus labios llorosos y se sintió a sí mismo acercándose.... queriendo besarla como solía hacerlo antes de que ella se fuera. Había sido él quien le había enseñado a besar, aunque sabía que ella nunca se lo había tomado tan en serio como él. Para ella, sólo había sido la infancia experimentando… para él, habían sido los lazos que les unían.
–"Una persona nunca debe separarse de su mejor amigo… duele", suspiró Ángel y luego lo abrazó de nuevo.
Hunter se quedó quieto ante las palabras "mejor amigo". Algo a lo que se refería como una ternura siempre le había parecido más un puñetazo en el estómago. Envolviéndola con los brazos hacia atrás, Hunter se inclinó para besarle la parte superior de la cabeza mientras intentaba controlar su voz. "Lo sé."
Ella había usado el término desde que le había contado todos sus secretos… Incluso el secreto sobre ella y Tristian. Una vez le dijo que creía estar enamorada de su hermano mayor. Hunter había empezado a llevarla a las montañas.... sólo ellos dos… y a mostrarle todas las cosas que podía hacerla sentir que su hermano no podía.
Ese fue el punto de inflexión entre él y Tristian… porque sabía que los sentimientos secretos de Angel nunca habían sido unilaterales. Para su consternación, sólo había terminado convenciendo a Ángel de que estaba enamorada de los dos.
Haciéndose a un lado, puso su brazo sobre su hombro y comenzó a sacarla del jardín. "Apuesto a que ni siquiera has tenido la oportunidad de relajarte de tu vuelo aterrador", sonrió con una sonrisa de satisfacción, sabiendo que ella odiaba el helicóptero tanto como Tristian.
– "Sabes… podrías haber convencido a la abuela de que no lo hiciera", dijo mientras se ponía en su contra. "Solías ser capaz de hablar con ella de cualquier cosa."
– "Oh, no, no lo harás", sonrió Hunter con una sonrisa de satisfacción. "No me culpes por ese paseo en helicóptero. "Además, he estado dejando que tu abuela se salga con la suya más a menudo últimamente." Caminaron a través de la hierba hacia el exterior. Sabía que estaban a la vista del cuarto de Ashton, así que bajó la velocidad sólo por despecho. Nadie lo había acusado nunca de ser un santo.
–"Eres mi héroe… ¿lo sabías?" Ángel lo detuvo para que la mirara. "Si no hubieras encontrado a la abuela cuando tuvo su ataque al corazón…" su voz se suavizó con un simple susurro, "le salvaste la vida."
Ashton se envolvió la toalla alrededor de su cintura mientras salía del baño. Eso era lo que necesitaba, una larga ducha caliente para empezar la semana libre. Tal vez podría causar una buena impresión en la familia de Ángel y reclamarla a ella. Nunca había trabajado tan duro para impresionar a una chica como lo hizo con Ángel.
Su última novia terminó siendo una puta traidora de dos caras a la que tuvo que dar una lección, pero no Ángel. Se dio cuenta de que ella seguía siendo una virgen dulce y dulce que había tenido que estafar para que le diera los besos más sencillos. Pero no le había molestado. Si quería sexo.... había suficientes prostitutas dispuestas a salir, y luego irse para poder pasar tiempo con Ángel.
Mirándose en el espejo del vestidor, empezó a secarse el pelo con una toalla y luego se detuvo, notando algo en el reflejo. Volviéndose hacia la ventana, frunció el ceño al ver a Ángel y a Hunter parados tan cerca que parecía que susurraban secretos.
Apretó los dientes, haciendo saltar los músculos de su mandíbula mientras observaba a su novia y al niño indio que ella llamaba con tanto cariño su mejor amigo. De alguna manera, no pensaba que Hunter sentiría lo mismo sobre ese apodo.... ningún hombre en su sano juicio lo haría.
–"Ángel, tu abuela siempre ha sido buena conmigo y con Ray… incluso cuando no tenía razón de ser. Odio lo que le pasó", suspiró Hunter sabiendo que era mentira. Si Isabel Hart no hubiera tenido su infarto.... entonces Angel no estaría aquí ahora mismo. Se acobardaba al saber lo que había hecho.
El chamán de su tribu le había enseñado todo sobre las hierbas y lo que le hacían al cuerpo en cuanto a curar o dañar. Había tomado ese conocimiento y mezclado el brebaje correcto para causar el leve ataque cardíaco de Isabel. Había sido lo único en lo que podía pensar que haría que Ángel volviera.
–"No merezco ningún elogio por encontrarla", admitió Hunter con conciencia culpable.
Ángel sonrió suavemente sabiendo que Hunter no tenía un hueso engreído en su cuerpo. Queriendo que él supiera cuánto apreciaba lo que él había hecho, se levantó de puntillas y le dio un suave y fugaz beso en los labios.
Mientras ella se apartaba de él, sus ojos se encontraron y se sostuvieron. Ángel inhaló bruscamente sintiendo los pequeños relámpagos que caían por su estómago y subían por sus muslos. No era la primera vez que él había causado esta reacción dentro de ella… pero era la primera vez que se suponía que no podía sentirse así. Tenía un novio ahora.... enamorarse de Hunter era tabú.
Angel tragó saliva cuando dio un paso atrás. "Gracias por salvar a mi abuela. No sé qué habría hecho si la hubiera perdido".
Hunter entrecerró los ojos sabiendo que estaba negando lo que ambos acababan de sentir. Tal vez no negarlo… pero definitivamente ignorarlo. No tenía intención de dejar que se saliera con la suya… de hecho, tenía la intención de recordarle que no era tan fácil de olvidar.
Alargando la mano, le cogió la mano y se dirigió a la puerta principal. "Vamos, vamos a instalarte".
Ashton agarró el alféizar de la ventana tan fuerte que oyó que la madera hacía un sonido de estallido. Ángel nunca le había dado una razón para estar celoso antes, pero no le gustaba la forma en que miraba a Hunter… la forma en que ella lo había besado. No le gustó ni un poco. No la había dejado volver a casa sólo para verla lanzarse sobre otros tipos.
Ángel entró en el ascensor sacudiéndose la última gota de la electricidad que había causado el beso de Hunter. "Entonces, ¿dónde voy a dormir?" Sonrió sabiendo que era un juego al que solían jugar.
Los cuatro, Tristian, Ray, Hunter y ella misma, sacaban la caja registradora del escritorio y cambiaban las habitaciones de la gente sólo para causar confusión masiva. Antes se metían en tantos problemas que era divertido porque ahora, Hunter estaba a cargo de lo mismo que solía hacer que les gritaran.
Hunter se encogió de hombros, "Pensé que querrías estar al lado de tu hermano". Alargó la mano y apretó el botón del cuarto piso. "Así que te puse en tu antigua habitación."
–"Me alegra saber que todavía tengo una habitación grande", sonrió con una sonrisa de satisfacción al saber que los del piso de arriba eran enormes en comparación con los de abajo. Además, sería bueno sentirse completamente en casa de nuevo. "Gracias."
–"Siempre pensé que ustedes dos eran un poco malcriados", bromeó Hunter. "Por eso decidí mudarme también". Se sacó la llave del bolsillo. Había tomado la habitación de al lado de la de ella cuando se mudó el mes pasado. Le había permitido sentirse más cerca de ella a pesar de que estaba lejos.
– "¿Cuándo te mudaste a Sanctuary?" preguntó Ángel. Él y Ray siempre habían conducido de un lado a otro todos los días para poder quedarse con su madre por la noche.... incluso antes de que Ray obtuviera su licencia. Él y Ray amaban mucho a su madre y se aseguraban de que siempre estuviera bien cuidada.
Cuando las puertas se abrieron, Hunter puso su mano en el borde de la puerta del ascensor para mantenerla abierta. "Lo siento, Angel.... le dije a Tristian que no te lo dijera. No quería que te preocuparas por nosotros". Sus ojos se oscurecieron sabiendo que tendría todo el derecho a estar enfadada con él si así lo quisiera.
–"Así que dímelo ahora." Ángel tenía un mal presentimiento. Hunter nunca le había ocultado secretos y se preguntaba si su ausencia todo este tiempo había sido la causa de ello. "¿Qué es lo que no sé?"
–"Nuestra madre murió el mes pasado cuando la casa se incendió accidentalmente", tragó saliva sin querer hablar de ello. "El departamento de bomberos dijo que parecía que había estado cocinando y debió quedarse dormida."
Los labios de Ángel se abrieron cuando sus oscuros ojos se volvieron luminosos con lágrimas sin derramar. "Oh, Dios mío Hunter.... Lo siento mucho. Ojalá me lo hubieras dicho… Hubiera vuelto antes".
–"No quería que me vieras así", confesó mientras ella lo abrazaba por tercera vez en la última media hora.
Soltando la puerta, la dejó deslizarse y la cerró mientras se acercaba y tocaba el botón de parada. Colocando las palmas de sus manos contra la espalda de ella, Hunter no pudo detenerse al tirar de su rubor contra él, dejando que el olor de su cabello aliviara el dolor dentro de él. Este dolor no tenía nada que ver con su madre.
Ángel no había querido hacer otra cosa que consolarle, pero tan pronto como sus cuerpos se tocaron, se encontró presionada contra la pared del ascensor y una de sus piernas empujada entre sus muslos, haciendo que ambos volvieran a arder en llamas.
–"Oh Dios, Ángel," murmuró Hunter contra la suave piel de su cuello mientras sentía el calor de su centro a través de la tela que cubría su pierna. Al restregar el muslo contra ella, levantó la cabeza y le dio un frustrado beso en los labios. Sus manos viajaron por sus brazos para capturar sus manos. Deslizando sus dedos a través de los de ella, los apretó contra la pared conociéndola lo suficiente como para recordar que un poco de dominación la excitaba. Si contara como sexo… entonces habían sido amantes durante mucho tiempo.
Al principio Ángel le devolvió el beso, perdiéndose en las sensaciones que él estaba causando, pero luego una imagen de Ashton apareció en su mente y giró la cabeza, rompiendo el beso. Gimió suavemente cuando él respiró caliente por su cuello. Sacando sus manos de las suyas, las colocó sobre su pecho y las empujó.
–"¿Hunter?" Ángel mantuvo los ojos en el suelo, de repente temerosa de lo que vería si lo miraba. "Lo siento. Eh…”
–"Shhhh", puso suavemente su dedo debajo de la barbilla y la levantó para que lo mirara. Él ya sabía por qué se detenía. Ashton Fox ya había perdido… aunque no lo sabía todavía. Sus ojos se oscurecieron atractivamente mientras la escuchaba respirar con dificultad por un simple beso.
–"No lo sientas.... Nunca deberías lamentarte por amarme. Al menos sé que me perdonas por no contarte lo de nuestra madre". Hunter la soltó, forzándose a dar un paso atrás y presionar el botón para que las puertas del ascensor se abrieran para ella.
Sabiendo que hablaría de su madre cuando estuviera listo, Ángel se dio la vuelta y huyó del ascensor, dejando de confiar en sí misma para estar a solas con él. Una vez que estuvo segura de que él se había ido, disminuyó la velocidad de sus pasos.
Pobre Hunter… y Ray. Siempre habían sido tan amables con su madre y ella les había amado mucho a cambio. Ángel recordaba que a menudo deseaba que ella y su propia madre tuvieran ese tipo de relación. Pero su madre era una extraña para ella… siempre lo había sido.
Cuando las puertas del ascensor se cerraron detrás de ella, Hunter puso sus manos contra la misma pared contra la que la había sostenido.... empujándola con frustración. Si contar hasta diez funcionara. Cerrando los ojos lo hizo de todos modos, forzando su respiración a volver a algo parecido a lo normal. Cuando se enderezó y abrió los ojos, estaba perfectamente calmado una vez más.
Abriendo su teléfono celular, marcó el número de Tristian para decirle que su hermana estaba instalada. Hunter frunció el ceño al ver que no había señal.
Ángel entró en su habitación y sonrió al ver que habían dejado todo como estaba antes de mudarse. Se arrojó de espaldas al colchón con un suspiro de felicidad mientras cerraba los ojos. Tan pronto como lo hizo, lo que ella y Hunter acababan de hacer en el ascensor volvió para perseguirla y hacer que su cuerpo ardiera.
Se había ido tanto tiempo que pensó que él ya no la querría así. Tristian había empezado a salir con alguien… ¿por qué no lo había hecho Hunter?
Cuando empezó a salir con Ashton… había intentado bloquear los recuerdos de Hunter y Tristian. Pero ahora que había vuelto, sentía que su corazón estaba siendo destrozado de nuevo. Había estado enamorada de ambos durante tanto tiempo que fue la razón por la que había empezado a salir con Ashton en primer lugar.... para olvidarlos. Pero cuando Hunter la había tocado en el ascensor le había confirmado sus peores temores… no estaba enamorada de Ashton Fox y nunca la haría sentir como lo había hecho Hunter.
Aplanó la palma de su mano contra la parte inferior de su estómago y luego lentamente la deslizó hacia abajo entre sus piernas, arqueandose. Cerró los ojos cuando la imagen imaginaria de Hunter vaciló y fue reemplazada por el recuerdo del acalorado toque de Tristian.

Capítulo 3 "Los celos"
Era casi de noche cuando Tristian cambió la música suave por algo de rock alternativo y luego agarró la botella de vino que había escondido en el Tiki-Bar. Mientras cogía tres copas, una pizca de sonrisa apareció en sus labios. Recientemente había encontrado la bodega oculta de su abuelo en los pasillos secretos que corrían debajo y a través del enorme edificio.
Evitar que los otros miembros de la familia supieran de los estrechos pasillos era lo único de lo que Tristian estaba contento de que su abuelo hubiera hecho. Ahora él tenía su propio secretito y hasta ahora sólo otra persona lo sabía, Ángel, y ella no era del tipo de persona que iba a explorar las catacumbas de telarañas.
Viendo a Ashton entrar por la entrada lateral, le llamó y le hizo señas para que se acercara. "Es hora de empezar a conocer a la familia." Tristian los llevó a una de las mesas de picnic tapizadas donde los gemelos estaban entreteniendo a Stacey.
–"Vale. Ni siquiera he empezado a beber y ya estoy viendo doble", bromeó Ashton con la esperanza de que fuera un buen rompehielos.
Al escucharlos, Damián y Devin levantaron la vista al ver la botella de vino y dejaron que su mirada la siguiera mientras Tristian la colocaba sobre la mesa.
–"Oye, esa es una de las botellas del escondite secreto del abuelo. Lo vi a él y a papá bebiendo uno hace mucho tiempo". Devin lo agarró y empezó a husmear en el corcho. "¿Dónde diablos encontraste este?"
Antes de que Tristian pudiera responder, Damián asintió hacia Ashton. "¿Tristian? ¿Para qué lo trajiste? Necesitamos a otro chico como si necesitáramos un agujero en la cabeza". Deslizó su brazo alrededor de Stacey mientras su gemela estaba distraída.
–"Ja, ja, ja", Tristian dejó los vasos. "Me gustaría que conocieras a Ashton Fox… el novio de Angel." Levantó el dedo y señaló cuando los presentó a Ashton. "Y este es Devin.... y Damien, nuestros primos… junto con Stacey, que sólo viene a torturarlos cuando tiene tiempo." Le guiñó un ojo a Stacey sabiendo que ella no lo negaría.
Ashton sacó la mano y trató de no acobardarse mientras los gemelos se turnaban casi rompiéndole los dedos con la mano. Flexionando la mano para que la sangre fluyera de nuevo, sonrió y dijo: "Ángel me ha hablado mucho de vosotros. Es bueno conocer a los gemelos por fin".
–"Así que, ¿nuestro pequeño Ángel te habló sobre los besos de sus primos favoritos?" preguntó Damián con cara seria.
–"Sí, también me habló de la hemorragia nasal que te causó el esfuerzo", dijo Ashton con la misma seriedad, algo aburrido. Si estaba destinado a aumentar la testosterona… que así sea.
Tristian se rió a carcajadas y golpeó a Ashton en la espalda.
–"¿Hablas en serio?" Preguntó Stacey, riéndose con Tristian mientras tomaba una de las copas de vino que Devin acababa de servir.
–"Casi nunca.... hasta donde yo sé." Damien agarró su vaso y se lo bebió. Era triste ver que Ángel había logrado conseguir otro guardaespaldas. ¿No fue suficiente la brigada india?
Ignorando a los gemelos, Tristian le dio una palmadita en el hombro a Ashton para que dejara de mirarlo. "Allí están el tío Robert y su esposa Diane", señaló a la pareja que estaba subiendo al jacuzzi. "Dejaron de tener hijos después de los gemelos por alguna razón." Intentó no reírse cuando Ashton sonrió burlonamente.
–"¿Quién es tu amigo?" Tiffany se acercó, poniendo su rodilla al lado de Devin y apoyándose en ella como si estuviera aburrida pero curiosa. Llevaba un bikini azul clarito varias tallas demasiado pequeño, con un abrigo transparente atado a la cintura.
Golpeó a Devin en la oreja cuando giró la cabeza para mirar fijamente sus pechos. "Ewwww, deja de hacer eso, pervertido."
–"Ríndete, Tiff, ya está cogido", dijo Devin en tono compasivo y luego le guiñó un ojo. "Supongo que estás atascado conmigo después de todo." Gruñó cuando notó que Damien intentaba besar a Stacey. "Maldita sea, Damien, no puedo darte la espalda ni por un minuto, ¿verdad?"
Cuando los gemelos trataron de inclinarse el uno hacia el otro para discutir, Stacey todavía estaba en medio de ellos. Puso una delicada mano sobre cada uno de sus hombros y empujó. "Basta, chicos, o juro que me iré a casa otra vez", les advirtió.
"Tiffany, conoce a Ashton.... el invitado de Angel por una semana," Tristian bajó la calificación de Ashton de novio a invitado a propósito. Si Tiffany quería dispararle a Ash… ¿quién era él para detenerla? "Tiffany es nuestra prima menor y tiene dos hermanos por aquí."
–"Están en la piscina con sus amigos", dijo Tiffany, que se sentía tan malhumorada como Devin. Moviendo los ojos, agarró la mano de Devin y lo sacó de la silla. "Ven.... vamos a mojarnos."
–"Claro", Devin le dio una palmada en el trasero a Stacey mientras la seguía hacia la piscina.
Ashton ladeó una ceja pero se mordió la lengua negándose a decir nada en voz alta. Además, la familia probablemente se confabularía contra él si dijera lo que se le pasaba por la cabeza.
Tristian señaló a la muchacha de pelo oscuro que subía al final de la inmersión, "Esa es París, la hermana mayor de Tiffany. Y el hombre extraño que sube por la escalera detrás de ella es probablemente su nuevo juguete de la semana porque nunca lo he visto antes". Se giró en su silla mirando hacia el otro extremo de la piscina. "Y una de las dos personas que se besan en la sección de niños es Jason, su hermano."
–"¿Qué hay en el vino por aquí?" preguntó Ashton, esperando que sonara como una broma.
–"¿Por qué crees que no lo estoy bebiendo?" Tristian sonrió, Ashton le gustaba más y más.... a veces la vida apestaba. "Su madre debería aparecer pronto. Tía Carley." Para que Damián no oyera por casualidad, se inclinó hacia Ashton y añadió en un susurro: "A menos que esté tan borracha que no pueda caminar".
–"Apuesto a que es ella", Ashton asintió hacia la entrada ya que había estado escaneándola en busca de Ángel. La señora de mediana edad se parecía a las chicas pero con el pelo más corto y demasiado maquillaje. Parecía cansada… o espera un minuto… ¿se tambaleó?
–"Sí.... es ella. Apuesto a que va directamente a por el licor". Tristian hizo un sonido de campana ganador cuando Carley cogió una botella de crown royal del Tiki-Bar y la llevó a un sillón de salón sin molestarse con un vaso.
–"¿Y quién es esa?" preguntó Ashton señalando hacia la entrada, viendo a una chica de la edad de Ángel con pelo castaño largo y piel clara.
–"Esa sería nuestro otra prima", Tristian se levantó de su silla y salió al encuentro de la chica a mitad de camino. Sabiendo que esto realmente asustaría a Ashton; bajó la cabeza, dándole a Shae un largo y apasionado beso. Una vez que pensó que era un buen espectáculo, respiró contra sus labios. "No te enfades conmigo.... pero acabo de decirle al novio de Angel que eres uno de nuestros primos. ¿Ya se cayó de su asiento?"
Shae se rió y dijo: "No, ¿pero siempre está tan pálido?"
Tristian miró por encima de su hombro y casi se ahogó con su risa cuando Ashton miró instantáneamente en la otra dirección como si no hubiera estado observando. "Está bien, vamos a dejar que se libere". Tristian la llevó de la mano de vuelta a la mesa notando que Damien y Stacey se habían unido a Devin en la piscina.
–"Este es mi prima Shae", se agarró las costillas cuando Shae le dio un codazo. "Quiero decir, mi novia Shae", sonrió culpable.
Ashton cruzó los brazos sobre su pecho e inclinó la cabeza para estudiarlos. "¿Dónde está tu hermana? De repente siento la necesidad de esconderme detrás de alguien."
–"¿Mi hermano te está haciendo pasar un mal rato?" preguntó Ángel desde detrás de él. Ella le sonreía a Shae, después de haber escuchado el comentario del primo.
– "Gracias a Dios", Ashton inclinó su cabeza hacia atrás mientras Ángel se inclinaba y le daba un beso ligero en los labios. De repente se puso celoso porque no era ni la mitad de apasionado que el simple beso que le había dado a Hunter. "Sé que no tendré 21 años hasta dentro de un par de horas, pero tu hermano está tratando de llevarme a beber."
Tirando de ella a su lado, Ashton no pudo evitar mirar detrás de ella para ver si el indio le estaba pisando los talones. Viendo a un hombre apoyado en una de las gruesas encuestas del Tiki-Bar mirándolos, frunció el ceño al principio pensando que era Hunter.... y luego se dio cuenta de que no lo era. Este hombre era indio, pero había algo en él que parecía más peligroso que el que ya había conocido.
Ray no se molestó en mirar hacia otro lado, sino que miró fijamente al novio de Angel. Dándole una mirada fría, empezó a caminar directamente hacia ellos… sin romper nunca el contacto visual. Viendo a Ángel seguir la mirada del niño, Ray suavizó su expresión para mirarla, sin importarle lo que Ashton pensara de él.
Los ojos de Ángel se iluminaron instantáneamente, "¡Oh, mira, es Ray!"
Empezó a alejarse de Ashton para poder ir hacia él, pero Ashton sólo apretó su mano y la detuvo. Se mordió el labio inferior con curiosidad, luego se conformó con sonreír alegremente y esperar que Ray la alcanzara.
Tristian se dio cuenta de la pesada maniobra y frunció el ceño. Ángel querría un abrazo de Ray después de no haberlo visto en tanto tiempo, así que ¿por qué Ashton era tan posesivo? Se puso de pie listo para informar a Ashton que ser un capullo no estaba bien, pero sus labios se torcieron en una sonrisa cuando Ray se acercó directamente a Ángel y le dio un abrazo de todos modos.
Por la infeliz mirada en la cara de Ashton, Tristian esperaba que esto fuera el comienzo de una discusión maravillosa.
– "Es bueno verte de vuelta en Sanctuary", dijo Ray, abrazándola por unos segundos más de lo normal sólo para hacer enojar a su novio. Incluso fue un paso más allá y le dio un beso en la mejilla antes de alejarse lentamente. Sus ojos oscurecieron varias sombras mientras miraba a las azules de ella. "Si tu mano empieza a adormecerse, sólo dímelo… y le romperé los dedos."
– "¿Eh?" Angel respiró y luego se dio cuenta de lo que estaba hablando. De hecho, su mano estaba empezando a adormecerse. "Oh no," le dio a la mano de Ashton un apretón como si la suya no le doliera en absoluto, que le guiñó el ojo a Ray. "No me está dando ningún problema. Este es mi novio, Ashton".
Ella sonrió tranquilamente sabiendo que Ray realmente le rompería los dedos a Ash si le hubiera dicho algo diferente. Una cosa que siempre había hecho era mantenerla a salvo.
Ángel parpadeó al recordar sólo una de esas veces. Ray les había dado a Hunter y Tristian una seria paliza cuando la habían estafado para que se subiera al viejo roble que colgaba sobre el estanque. Él le había prohibido hacerlo varias veces en el pasado y luego apareció justo a tiempo para atraparla cuando cayó de una rama alta que no estaba en el lado del agua.
Ray ignoró completamente la introducción de Ashton. "Es bueno que hayas vuelto a casa, Ángel. "Tal vez a tu abuela se le conceda su deseo y te quedes". Se acercó a su oído como si fuera a susurrar, pero mantuvo su voz lo suficientemente alta como para que todos la oyeran. "Tengo una sorpresa para ti más tarde." Ray le dio una sonrisa secreta y luego asintió a Tristian y Shae. Sin decir una palabra más, caminó alrededor de la enorme piscina y salió por la puerta trasera.
–"Bueno, eso huele", dijo Ángel. "¿Por qué no se quedó?"
–”Seguramente estará preparándote tu sorpresa” Tristian se acercó, sabiendo adónde iba Ray.
Volviendo a la mesa de picnic, Angel se sentó al lado de Ashton, frotando distraídamente su mano cuando finalmente la soltó. Quería preguntarle por qué había apretado tan fuerte, pero decidió no hacerlo mientras miraba a Shae al otro lado de la mesa. Si Ashton quería ser malo… Entonces podría ser ignorado. Tenía ganas de celebrar, viendo a su novia favorita por primera vez desde que salió de la montaña.
–"Entonces, ¿mi hermano realmente se ha estado comportando, o me ha estado mintiendo todo este tiempo?" Ángel preguntó juguetonamente.
–"Probablemente mintiendo", Shae miró a Tristian y guiñó el ojo mientras se levantaba. "Creo que voy a robarte a tu hermana por un minuto para que podamos ponernos al día."
–"¿Qué? ¿No puedes cotillear delante de los chicos?" preguntó Tristian, contento de que Ángel tuviera una razón para alejarse de Ashton y que Shae tuviera una razón para no aferrarse a él. Principalmente había invitado a Shae para la semana sólo para que Ángel tuviera otro recordatorio de por qué debía regresar a su casa.
–"Eso le quitaría toda la diversión", le informó Shae con un movimiento travieso de sus labios.
–"Bien. Después de todo, yo te la quité primero", admitió sin remordimientos mientras Shae caminaba alrededor de la mesa y agarró las manos de Ángel, alejándola como si fueran un par de colegialas.
Mirando a Ashton, Tristian pudo ver el cambio en la personalidad del tipo como si fuera de día y de noche. Los labios de Ashton eran más delgados y casi podía sentir la ira que le salía en oleadas.
Suspiró aliviado sabiendo que finalmente había encontrado otra razón para no gustarle Ashton Fox. Parecía que al chico simplemente no le gustaba compartir. Eso sólo confirmó el hecho de que Tristian tendría que encontrar maneras de quitarle todo el tiempo de Angel a su novio mientras estaban aquí.
– "Avísame cuando estés listo para ese trago", sonrió Tristian mientras sacaba su propio frasco de su bolsillo. "Puede pasar un tiempo antes de que vuelvan."
Ashton no respondió mientras su mirada celosa seguía todos los movimientos de Ángel.
– "Estoy tan contenta de que hayas vuelto", Shae guió a Ángel hacia el Tiki-Bar. "Tu hermano no es la única persona que te extrañó". Empujó suavemente a Ángel hacia uno de los taburetes mientras se deslizaba detrás de la barra golpeando sus labios con el dedo. "Creo que esto merece un brindis.... ¿qué te parece Long Island Iced Tea?".
"Suena a problemas", se rió Ángel. "Aún no estoy segura de haberme recuperado de la docena que me hiciste beber la noche antes de irme a California."
Los ojos de Shae se iluminaron al recordar esa noche. Nunca antes había visto a Ángel o a Tristian borrachos. Su voz estaba cargada cuando el color se elevó en sus mejillas. "Sí.... esa fue la mejor noche de mi vida."
Al ver a Ángel hacer pucheros, Shae agitó la cabeza. "No", se rió. "Eso no es lo que quise decir. Tu partida fue horrible… mala, muy mala. Pero esa noche fue increíble".
–"Debe ser agradable recordarlo", Ángel ladeó una ceja preguntándose qué se había perdido.
–"Lo siento por eso." Shae empezó a recoger botellas de la estantería mientras hablaba. "Esa fue la noche en que Tristian finalmente dijo que me amaba." Cerró los ojos saboreando el recuerdo.
–"¡Oh, Dios mío!" Los labios de Ángel se abrieron mientras tomaba la expresión de felicidad de su amiga. "Y pensar que sólo fue necesario emborracharlo", bromeó.
Shae intentó fruncir el ceño, pero sus labios no cooperaron cuando abrió los ojos. "También pasé la noche con él. Supongo que tengo que agradecértelo a ti".
–"¿Yo? ¿Por qué?" preguntó Ángel ignorando las agujas de los celos que la atravesaban. Tristian era su hermano y ella debería estar feliz por él. No, ella estaba feliz por él.... y por su amiga.
Shae apenas agregó una mezcla agridulce a sus bebidas sabiendo que a ninguno de ellos les gustaba el sabor. En vez de eso, llenó el resto de los vasos con Pepsi. "Tu hermano estaba tan triste y bastante enojado esa noche porque te ibas." Sacó dos pajitas del recipiente y las metió en las bebidas.

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